Al entonces presidente Donald Trump no le importó que los simpatizantes de su acto del 6 de enero de 2021, que precedió al asalto al Capitolio de Estados Unidos, estuvieran armados, incluso con rifles del tipo AR-15, testificó una ex asesora de la Casa Blanca. En cambio, Trump se enojó por el hecho de que el Servicio Secreto usara detectores de metales para mantener a las personas armadas fuera de la zona vallada desde donde repetía que su derrota era el resultado de un fraude electoral, dijo Cassidy Hutchinson, asesora del entonces jefe de gabinete de Trump. “Dejen las malditas revisiones; no están aquí para hacerme daño”, dijo Trump, según Hutchinson. (Reuters)
Revelan que Trump presionó y amenazó a su vicepresidente para que anulara las elecciones